quinta-feira, outubro 29, 2009

O QUE FOI PROMETIDO - UM TEXTO DE YOANI SÁNCHEZ


Deixo vocês com a excelente companhia de Yoani Sánchez, do blog Generación Y. Yoani escreve com conhecimento de causa e com profunda melancolia sobre a realidade de Cuba, o "paraíso socialista" de Lula e do PT. Em particular, sobre uma das prinicipais desculpas para justificar o totalitarismo na ilha-prisão: o tal "bloqueio". Nem precisa traduzir.

Em tempo: no começo do mês, Yoani Sánchez foi impedida pela enésima vez, pela ditadura cubana, de viajar para fora do país - no caso, para o lançamento de seu livro no Brasil. O socialismo cubano é tão bom que não deixa as pessoas saírem da ilha para não entrarem em contato com a miséria capitalista...

Fiquem com o texto. Pensei em mandar para o Lula, mas não ia adiantar. Ele não lê em espanhol. Nem em qualquer outro idioma.


***
LO QUE NOS PROMETIERON

Llevaba yo un uniforme blanco y rojo, tenía diez años y el tema del“bloqueo” apenas era mencionado en los ideologizados libros que me entregaban en la escuela. Eran los tiempos del optimismo y creíamos que las vacas F1 darían suficiente leche para inundar todas las calles del país. El futuro tenía esos tintes dorados que no acababan de mostrarse en nuestra despintada realidad, pero éramos un tanto daltónicos como para notarlo. Creíamos haber encontrado la fórmula para estar entre los pueblos más prósperos del planeta, de manera que nuestros hijos habitarían un país con oportunidades para todos.

Desde la tribuna, un barbado líder levantaba su dedo desafiante hacia el Norte, pues contaba con la pértiga del subsidio del Kremlin para saltar cualquier obstáculo en la construcción del comunismo. “A pesar del bloqueo…” nos decía, con la misma convicción que años antes nos había hablado de diez millones de toneladas de azúcar, sembrados de café alrededor de las ciudades y una supuesta industrialización del país que nunca llegó. Tuvimos que recortar los sueños cuando la tubería de petróleo y rublos se secó abruptamente. Llegaron los años de comenzar a explicar el descalabro y de compararnos con las naciones más pobres de la zona, para sentirnos –sino felices- al menos conformes.

Al comenzar mi adolescencia, el tema de las limitaciones comerciales estaba en casi todas las vallas del país. En las marchas políticas ya no se gritaba “Cuba sí, yanquis no” sino una nueva consigna de difícil rima “Abajo el bloqueo”. Yo miraba el plato casi vacío y no podía concebir cómo habían logrado sitiarnos las malangas, el jugo de naranja, los plátanos y los limones. Me formé repudiando el bloqueo, no porque me tragara aquello del país que pudimos ser y nos lo habían impedido, sino porque todo lo que no funcionaba intentaban explicarlo señalando hacia él.

Si mis amigos se iban en masa del país, era por la política de hostigamiento de Estados Unidos; si en el hospital de maternidad las cucarachas caminaban por la pared la culpa partía de los norteamericanos; incluso si en una reunión expulsaban de la universidad a un colega crítico, nos explicaban que éste se había dejado influir ideológicamente por el enemigo. Hoy todo comienza y termina en el bloqueo. Nadie parece recordar aquellos tiempos en que nos prometieron el paraíso, en que nos dijeron que nada –ni siquiera las sanciones económicas- iba a impedir que dejáramos atrás el subdesarrollo.

Um comentário:

Anônimo disse...

Levantam-se dúvidas sobre a veracidade de Yoani Sánchez!

Veja o site de Heitor de Paola (29/10/2009).

Dizem que ela pode apenas ser parte de uma operação de desinformação do regime cubano!

Abraços.